El río Ulla y el Sar, que riegan Padrón y sus alrededores, son excelentes zonas de pesca. Tras la temporada de la lamprea, a punto de finalizar, el calendario nos recuerda que con la entrada de la primavera, llegan las aperturas de los cotos de la zona. Primero toca la trucha, más adelante el salmón. ¿Te vienes a hacer turismo fluvial con nosotros?
El río Sar, al que Rosalía de Castro dedicó un libro, es una buena zona para la pesca de truchas, pero es el río Ulla el que en este caso es protagonista por sus dimensiones. Nace a 640 m de altitud en Monterroso (Lugo) y desemboca en la Ría de Arousa, sumando 132 km de recorrido. Su cuenca es la más extensa de la comunidad después de la del Miño, 2.764 km2.
Ya el premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway encontró el encanto de la zona en una de sus tres visitas a Galicia. Tal y como recoge miguelpesca.com en su blog, Carlos Casares en su libro Hemingway en Galicia cuenta que en la segunda visita del escritor en 1929:
“el 12 de agosto, con gafas de sol nuevas, periódicos y una bolsa llena de tomates y cebollas para comer, pasó el día pescando por el río Ulla, hasta llegar al embalse de la parte más alta. De vuelta a casa a través del camino por donde discurriría la nueva vía del tren, se detuvo para preparar una trucha con jamón del país. Llegó de vuelta al hotel a las once y cuarto de la noche. Con Pauline a su lado en cama y una botella de cerveza en la mesilla de noche, escribió: no hubo peleas en dos días”.
Sin duda se trata de una zona espectacular para disfrutar de la naturaleza y hacer un poco de ejercicio moderado mientras disfrutamos del arte de la pesca.
Os dejamos los dos puntos más destacados, con las recomendaciones y límites definidos por la Xunta de Galicia para que podáis planificar el viaje:
-Punto uno de la ruta aquí.
-Punto dos de la ruta aquí.
En el Hotel Scala estamos a muy poca distancia de los principales cotos, y en una localización sin problemas de aparcamiento, lejos del ruido y el estrés del día a día. Ven a Padrón a disfrutar de la gastronomía local, el encanto del casco viejo de la ciudad y reencuéntrate mientras respiras y lanzas tu cebo favorito en nuestros ríos.
¿Te apuntas?