Uno de los mayores encantos de recorrer un nuevo lugar es poder, a través de las huellas del pasado, conocer su historia. Monumentos, edificios históricos, plazas… todo tuvo un origen, probablemente un tanto diferente a lo que hoy conocemos.
Desde el Hotel Scala te invitamos a recorrer las calles de Padrón a través de otro punto de vista. Te proponemos un paseo por la localidad descubriendo sus lugares más históricos. Un recorrido por una villa medieval formada por calles estrechas dispuestas alrededor de la rúa Longa, intercaladas por pequeñas plazuelas.
Comenzamos nuestra ruta en la Puerta de Fondo de Vila. Como cualquier villa medieval, Padrón se rodeaba de una gran muralla, siendo esta una de sus antiguas entradas. Una vez “atravesada”, si caminamos en dirección a la calle Real, nos encontramos con el cruce de Rúa Longa y Rúa Tafona. En esta última, se encontraba el gremio de los vendedores de pan del viejo Padrón.
Si ahora continuamos dirección oeste, llegamos a la “Praza das Travesas”. Esta plaza se denominó así porque en este lugar era donde se construían las traviesas del vallado que defendía las aguas del río Sar. El establecimiento de esta protección fue consecuencia de los ataques vikingos y normandos que sufrió Padrón durante los siglos X y XI. Esta construcción se prolongaba al norte por la “Rúa Ferreiros”, en la que, como puede intuirse, se asentaba el gremio de los herreros de la época.
Llegamos a la plaza que hasta 1920 se denominó como Praza do Fiado. A partir de entonces, será el conocido Macías o Namorado quien le dé nombre. La devoción por su amor prohibido fue lo que le inspiraba para sus obras, pero también lo que terminó quitándole la vida. Por ello, se le rinde homenaje en el pueblo y se le conoce como “El enamorado”.
Si seguimos por la Rúa do Castro, estaremos ante el antiguo rastro de carnes de la villa, donde se comercializaba este producto. Nuestro paseo continúa por la larga Rúa Real, encontrándonos con el Pazo de Alfolí de la Sal, una construcción del siglo XVII donde se vendía este producto. Por su condición de cuna jacobea, se le otorgaba a Padrón la prebenda real de ser el monopolio de la distribución de la sal para toda la ría de Arousa.
Un poco más al norte, nos recibe la antigua “Porta do Relox”, donde se hallaba el reloj público de la villa. Desde este punto, por la rúa Rosalía de Castro, podemos llegar al Palacio de Quito. Un edificio de estilo renacentista y antigua propiedad de un canónigo de Santiago, el cual viajó a Quito donde hizo donativos, estableció fundaciones y escribió algún libro.
Finalizamos nuestra ruta en la Iglesia de Santiago, a las orillas del Sar. Ya hemos mencionado muchas veces la importancia de ésta, ya que aquí se halla el ara romana en el que la leyenda dice que se ató la barca que condujo los posibles restos de Santiago. Lo que quizás no conocías es que en este lugar se encontraba el antiguo puerto de Padrón, de donde salieron las primeras galeras de la Marina Española.
Padrón contiene muchos siglos de historia tras sus calles y plazas medievales. Te esperamos en Hotel Scala para descubrirla.