Vivimos tiempos de experimentación e innovación en la gastronomía y en la coctelería. Ahora que comienza a amainar el furor por el gin tonic, la hora del vermú parece que vivirá su reivindicación, y no es para menos. La hora del vermú significa un tiempo de relax con la familia y los amigos, unos instantes en los que compartir lo mejor de la semana. El vermouth atravesó una temporada en la que quedó arrinconada entre las muchas y exóticas propuestas que llegaban a la coctelería pero desde hace algún tiempo vuelve para reivindicarse como momento de encuentro y campo de experimentación culinaria y el maridaje.
El viejo vino aromático, al que los antiguos griegos atribuían propiedades antisépticas, conoce una época de expansión, con propuestas que nacen fuera de los circuitos multinacionales; vermús hechos desde Galicia, con materia prima gallega y con voluntad internacional, como el vermú St. Petroni, hecho a base de albariño sobre lías, que demostró ser una excelente opción para la creatividad culinaria de la mano de los maestros cocineros del Asador O'Pazo.
El pasado fin de semana y como parte de los eventos de Saborea Padrón, los cocineros del Asador O'Pazo, Óscar Vidal, Juan Ramón Vidal y Diego Mariño junto a Diego Mosquera, vicepresidente de la Asociación de Barmans de Galicia, y su equipo demostraron la versatilidad del vermú gallego St. Petroni.
El vino macerado sirvió de base para cócteles; se exploraron los maridajes que mejor acompañan a su sabor fresco, aromático y ligero y, por último, el vermú rojo St. Petroni sirvió como aderezo único para una propuesta culinaria que renovó, desde la base de los ingredientes tradicionales, algunas de las viandas típicas de Galicia.
El menú diseñado por los cocineros del Asador O'Pazo buscó sorprender a la vista y al gusto con una reformulación de los acompañantes.
El primer plato que se preparó en el taller de cocina fue una vieira lañada sobre tierra de aceituna kalamata y caviar de St Petroni. La apuesta por introducir un lecho de aceituna como guarnición hizo más sabroso el plato en el paladar. Además, la sorpresa del caviar hecho a base del vermú St. Petroni convirtió al plato en una delicia para los sentidos.
El segundo plato también tuvo como base a un producto del mar: bacalao a baja temperatura sobre clorofila de Pimiento de Padrón y pil pil de ajada gallegas. El siguiente plato fue una anguila a la brasa y ahumada con teriyaki de St.Petroni. Los pescados de río son un producto típico de las Terras de Iria y su maridaje con el vemú St.Petroni consiguió evocar algunos gestos de la cocina japonesa utilizando productos locales.
Por último, se elaboró una costilla de cerdo con salsa de churrasco de St.Petroni. Si las salsas de churrasco acumulan sabores entre salados y amargos, el punto ligeramente dulce que aporta el vermú St.Petroni a la salsa casa con la costilla salada y aumenta el rango de sabores de un plato que se caracteriza por su sencillez.
El postre fue la última plataforma para lanzar sorpresas: gominolas hechas a base de St.Petroni.