De entre las personas que nacieron en nuestra comarca y alcanzaron la excelencia y la fama en su campo profesional, si hay uno que no deja indiferente a nadie, ese es Camilo José Cela. Fue periodista, censor durante el franquismo, relator de viajes al interior de España, modernizador de la novela española de la posguerra, senador de las primeras cortes democráticas tras la dictadura, premio Nobel de Literatura y, por fin, primer marqués de Iria Flavia, titulo creado ex profeso por el rey Juan Carlos I.
Camilo José Cela dejó sus huellas en Iria Flavia. El escritor quiso permanecer ligado a la tierra que lo vio nacer y hoy podemos visitar el que fue su hogar y que ahora alberga la sede de la Fundación Camilo José Cela.
El edificio fue en su origen una de las casas habilitadas para los canónigos que oficiaban en la antigua colegiata de Santa María de Adina. Se trata de un inmueble de piedra granítica y muy sobrio estilo levantado en el siglo XVIII. Las líneas horizontales y la amplitud de sus muros son su característica principal, ya que debían ser humilde frente a la colegiata ubicada enfrente.
Camilo José Cela añadió a la portada el escudo heráldico de su marquesado, coronado con el lema que le acompañó a lo largo de su vida: “El que resiste, vence”. Toda una declaración de intenciones que resume el carácter tenaz y superviviente del escritor.
Una visita a la fundación nos acercará a una época singular de las letras españolas: con el país deshecho tras la guerra civil, el sector editorial tuvo que levantarse otra vez pero un gran número de escritores se había posicionado a favor de la República. En este panorama de privación, Camilo José Cela supo destacar y poner su talento literario al servicio de la nueva industria editorial española. Suyo es el mérito, entre otros, de conectar las letras hispanas con el realismo en corto y crudo del escritor norteamericano John Dos Passos.
La fundación recoge toda su obra, manuscritos, colecciones privadas y retales de su propia vida, que dan cuenta de la gran diversidad estilística y la perspicacia en el retrato literario que cultivo el marqués de Iria Flavia.
El museo dispone de una superficie total de 11.000 metros cuadrados; alberga una biblioteca de más de 45.000 volúmenes, una pinacoteca con más de 700 pinturas originales, un paraninfo de 178 plazas, aulas y salas de exposiciones, además de una amplia superficie ajardinada.
En las diferentes salas el visitante podremos ver muchas de las condecoraciones que le fueron impuestas al escritor durante su vida, como el Nobel (1989), el premio Cervantes (1995) y el Príncipe de Asturias (1987), así como colecciones y objetos que Camilo José Cela fue reunido a lo largo de su vida, y que, por su riqueza y variedad, suscitan especial interés.
Una visita a este espacio de piedra y letras nos pone da una ligera idea de la riqueza literaria de nuestra comarca. Si es verdad que la escritura se inventó casi al mismo tiempo que la agricultura, no es de extrañar que una tierra de huerta tan fértil como Iria, lo sea también en escritores ilustres.
En las próximas entradas hablaremos de otros grandes escritores de las tierras de Iria como Macías O Namorado, Juan Rodríguez de la Cámara o la insigne poetisa Rosalía de Castro.