El río Valga aflora en los Montes Xesteiras y transcurre tranquilamente hacia el oeste a lo largo de bellos parajes hasta llegar a la tierra que le dio el nombre. Es en este tramo; entre Parafita y Raxoi y a escasos kilómetros de Padrón, donde el río Valga junta sus aguas con el “Regato de Ferreño” y juntos descienden vertiginosamente por el valle formando cuatro grandes saltos de agua que componen un espectáculo visual digno de presenciar.
A lo largo del curso alto del río discurre una pequeña senda, que nos conducirá a la “Cascada de Raxoi”, denominación por la que se conoce al primer salto que encontraremos en el camino, este paraje regala a nuestros oídos el clamor de las aguas, que junto con la belleza con la que ha dotado la madre naturaleza a este lugar forman un emplazamiento único. Continuando a través de una alfombra roja de hojas secas atravesaremos dos pequeñas cascadas dotadas de gran encanto que nos conducirán a nuestro destino final a través de una pasarela de madera : La “Cascada de la Ruxidoira”. Este imponente salto de seis metros cae formando una cautivadora poza que de la mano de los “Molinos de Parafita” conforma un enclave paradisíaco.
Pero si te sientes en forma y te has quedado con ganas de más… ¡Tenemos una propuesta para ti! Una vez finalizado el trayecto hasta los sensacionales molinos de agua comienza el camino de regreso, llegados al punto de partida podremos continuar ascendiendo para conocer un pequeño pedazo de historia transformado en petroglifo. Esta vetusta roca denominada “Pedra da Serpe” constituye un emblema dentro del arte rupestre circular, una representación digna de presenciar que no te dejará indiferente.